La remodelación del restaurante Attic se nos presentó como un gran reto; además de la reforma, debíamos diseñar una nueva seña de identidad para la marca. El restaurante iba a tener una carta mediterránea y querían un ambiente natural, fresco y en esas primeras reuniones lo tuvimos claro: les propusimos a los clientes un papel atrevido en tonos verdes y encontramos así la gama cromática con la que comenzar a trabajar.
El restaurante da la bienvenida a sus clientes con una acogedora entrada formada por una mesa redonda en madera natural donde colgamos una imponente lámpara de rejilla con plantas artificiales. Decidimos mantener el arrimadero inferior de madera pintándolo en blanco y pintamos en color beige la parte de arriba resaltando los marcos de las ventanas y los huecos interiores. Ahí es dónde introdujimos uno de los elementos que más nos está gustando utilizar últimamente, los enrrollables en caña de madera; que nos ayuda a crear un ambiente muy cálido.
El papel pintado de diseño vegetal lo colocamos en el comedor abierto para que así llenara todo de frescura. Además, lo potenciamos colocando varias palmeras artificiales en distintos puntos del local. El mobiliario del restaurante lo mantuvimos, pero actualizándolo. A las mesas les cambiamos las tapas y apostamos por madera natural, mientras que a las sillas decidimos hacerles unos cojines en tonos ocres y verdes que aportan comodidad y dan cierto juego.
El restaurante está ubicado en chaflán por lo que tiene una luz natural increíble que potencia ese ambiente relajado y mediterráneo. Además, utilizamos lámparas de techo de fibra natural que transmiten calidez y cercanía. Algo que a los clientes les preocupaba mucho era el almacenaje, por ello diseñamos y fabricamos varios muebles a medida. Al de la entrada decidimos darle más carácter lacándolo en verde y dándole un aspecto envejecido, mientras que el resto de los muebles se lacaron en colores claros.
Para la decoración del restaurante utilizamos jarrones de vidrio, cerámica esmaltada, velones con arena de playa, mucha vegetación artificial, además, aprovechamos unas láminas antiguas de la ciudad de Alzira a las que los propietarios tenían mucho cariño y las enmarcamos siguiendo la gama de colores propuesta.
Con el cambio de tonalidades, materiales y algunos muebles conseguimos el restyling que los propietarios anhelaban, creando un ambiente alegre y funcional donde les gusta trabajar y el cliente disfruta sentado a la mesa.
Si quieres saber más sobre nuestra forma de trabajar, te animamos a que veas alguno de nuestros proyectos.